Un grupo de alumnas del Instituto de Empresa (IE) han puesto en marcha una iniciativa para que las personas mayores puedan realizar sus pedidos de alimentación, farmacia y demás artículos esenciales a través del teléfono, sin tener que salir de casa. Un servicio que ya funciona en varios distritos madrileños –entre ellos Tetuán o Chamberí– y que los promotores pretenden difundir para que llegue al mayor número de personas vulnerables. Os contamos cómo contactar con ellos.
“Quisimos ayudar a las personas más vulnerables, a las más susceptibles de ser contagiadas, y pensamos en la manera de facilitar la entrega de alimentos, medicinas y otros artículos personales”, señala la alumna de IE Business School Mikaela Vinueza, en un vídeo explicativo de la iniciativa.
Las alumnas partían de la premisa de que las personas mayores no estaban familiarizadas con el uso de aplicaciones móviles de entrega a domicilio, por lo que se buscó un método que facilitara el proceso. “Quisimos cerrar esa brecha, por lo que configuramos un número central de mensajes de texto –911 067 444– donde la persona mayor puede enviar simplemente su nombre, y un estudiante voluntario se comunicará con él y tomará su pedido”, añade.
El modo de contactar es el siguiente: la persona interesada sólo debe enviar un mensaje de texto al teléfono 911 067 444 con su nombre. A continuación, le llegará otro mensaje con un código pin de tres dígitos, y uno de los voluntarios le devolverá la llamada en una hora. Por seguridad, ese código deberá guardarse y solicitarle su confirmación al voluntario antes de darle más información. También se le confirmará entonces si la ubicación del envío está disponible.
El voluntario tomará entonces dicho pedido de supermercado y farmacia y lo colocará a través de las aplicaciones de entrega a nombre del adulto mayor.
“La idea surgió al ver que aún había personas muy mayores acudiendo a supermercados y farmacias para obtener sus productos, con la intención de apoyarlos y mantenerlos en sus casas, minimizar sus posibilidades de salir”, explica Mikaela.
Antes de lanzar el servicio, los estudiantes establecieron roles, crearon una guía de operaciones, contactaron con aplicaciones de entrega y crearon carteles explicativos. El siguiente paso es dar a conocer su propuesta: “Necesitamos difundir el mensaje a los abuelos, a los vecinos y a los conserjes de los edificios”, concluye.
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