La casa de la calle Zurbano, 88, ya luce la placa en homenaje al humorista Miguel Gila

Para terminar el año, el pasado 30 de diciembre se colocó una placa en recuerdo a Miguel Gila aprovechando la conmemoración del centenario de su nacimiento. “Aquí vivió, en esta casa de ladrillo rojo su infancia humilde y juventud Miguel Gila humorista, caricaturista y actor (1919-2001)”, reza la inscripción con la que el distrito de Chamberí ha querido rendirle homenaje, después de que la iniciativa se aprobara en noviembre de 2017, a propuesta de Ahora Madrid y por unanimidad de todos los grupos municipales.

Durante el acto de presentación, el popular Javier Ramírez, actual Concejal-presidente del distrito de Chamberí, recordó que el Ayuntamiento de Madrid le otorgó las medallas al mérito en el trabajo y al mérito artístico reconociendo su labor en el ámbito de las artes; y también destacó la figura de Gila agradeciéndole “con esta placa su humor directo, que encandiló a generaciones de espectadores y que hoy en día sigue despertando  en todos nosotros una grata sonrisa”.

Por su parte, la portavoz del grupo municipal de Más Madrid, Marta Higueras, también participó en la presentación destacando el orgullo que siente la ciudad por Miguel Gila, a quien definió como un “pacifista” y “gran humorista” que ha hecho reír a toda la familia”. Durante su intervención recordó sus monólogos en los que trataba de parar la guerra por un partido de fútbol o porque iban a almorzar.

Miguel Gila nació en el madrileño distrito de Tetuán, en Madrid, en el año 1919. Huérfano de padre, se crió con sus abuelos en Chamberí. Como Militante de las Juventudes Socialistas Unificadas, al estallar la Guerra Civil, en julio de 1936 se alistó como voluntario republicano y en 1962 se exilió en la ciudad argentina de Buenos Aires. Comenzó su trayectoria profesional en la revista universitaria salmantina Trabajos y días y a lo largo de su carrera trabajó en multitud de obras, películas y programas de televisión por los que recibió varios reconocimientos.

El cómico falleció en 2001 dejando un extenso legado en el mundo del humor en España. La fachada de la casa de ladrillo rojo en la que vivió ya luce este recuerdo junto al portón verde por el que se accede y se puede llegar a la buhardilla donde pasó su infancia y juventud que recuerda en sus memorias. A su lado también se pueden leer otras dos inscripciones de la época: “asegurada de incendios” y “agua en todos los pisos”.



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