Retrato de Chamberí a través de la mirada de una fotógrafa extremeña

Belén Gordillo recorre el distrito con su cámara analógica

Con tan sólo 18 años, Belén Gordillo Suárez se convirtió en vecina adoptiva de Chamberí. Cogió sus maletas y se marchó a Madrid a estudiar Comunicación Audiovisual. “Soy de un pueblo pequeño de Extremadura, Rivera del Fresno, y cuando llegué aquí tenía un poco de miedo por irme a una ciudad tan grande. En cambio, llevo viviendo cinco años en el barrio y estoy súper contenta”, cuenta. Y es que la fotógrafa asegura que Chamberí es un pequeño pueblo dentro de la capital y que se siente como en casa.

El cariño hacia nuestras calles y gentes lo refleja en su reportaje fotográfico sobre el día a día del distrito. “He querido plasmar que uno se viene a Madrid pensando que va a estar solo o que no va a encontrar su sitio, y se sorprende con otro pequeño pueblo como Chamberí, que te acoge sin importar de dónde vengas”, continúa.

Belén dio comienzo a este proyecto fotográfico durante uno de sus habituales paseos con una cámara analógica en las manos. “La primera foto que realicé fue a un señor mayor caminando junto a una terraza, que era muy moderna y parece que no es su entorno. Me gustaba el contraste”, explica. Otra imagen significativa es la que muestra el taller de Andrés del Amor desde la calle y, sobre todo, en la que el artesano aparece trabajando. “Entré a contarle la idea y le pedí permiso para hacerle una foto mientras creaba. Y así fue todo, de manera improvisada, captando la rutina de la gente de Chamberí paseando o en sus pequeños comercios, que resisten, sobre todo los artesanos con su arte”, recalca.

Disparos analógicos

Este reportaje fotográfico sobre el barrio se puede ver en el Instagram de Belén, @light.bgs, en donde comparte todos sus trabajos. Según la extremeña, lo más bonito del proceso es que son imágenes analógicas y el resultado no lo conoce hasta el revelado. "Encuadro lo que veo y quiero y es en el comercio ‘la Fotografía de la Fontana’ donde revelo las fotos. Después descarto si no me convence el encuadre o la luz, pero lo que me gusta es que las fotos sean naturales. Además, no las edito a no ser que sea muy necesario", sostiene la artista.