El Juvenil B del Club Voleibol Madrid quiere hacerse grande

Con su entrenador Mario Alba al frente del equipo femenino

El último fin de semana de este mes de octubre −si la pandemia no lo impide− arrancará la liga 2020/2021 para el Juvenil B del Club Voleibol Madrid, que entrena y jugará sus partidos como local en el Colegio El Porvenir (calle de Bravo Murillo, 85).

Después de quedarse con la miel en los labios de subir a la 2ª División Federada la pasada temporada por culpa del confinamiento –iban cuartas, con tan solo tres derrotas, a un punto del playoff−, el objetivo para este año es el ansiado ascenso, y “lo vamos a conseguir, seguro”, dice sin asomo de duda la capitana del equipo, Alejandra Loizaga, quien sueña, como sus compañeras, “llegar al primer equipo”, que juega en la elite del voleibol: la Liga Iberdrola.

Y para dirigir a buen puerto esta meta, al frente del Juvenil B está, por tercer año consecutivo, Mario Alba Pérez, su entrenador, un joven de 27 años apasionado por el deporte: “Empecé haciendo kárate a los cinco años, competía a los seis y llegué a ser entrenador, pero descubrí el voleibol una vez terminado el Bachillerato. Hice el Grado Superior de Educación Física y por medio de un amigo me enganché a este deporte cuando vi un partido suyo y supe que yo también tenía que jugar”.

En la Universidad Complutense, estudiando Terapia Ocupacional en la Facultad de Medicina, dio sus primeros toques al balón en la liga universitaria, pero quiso ir más allá: “Mi idea era federarme y me hablaron del Club Voleibol Madrid, que iba a formar un equipo masculino. Me cogieron y jugué en la liga autonómica ya federado”. No contento con eso, Mario se sacó también el título de entrenador, que le posibilita a entrenar cualquier equipo en la Comunidad de Madrid.

Contagiar la pasión

Ahora, Mario Alba compagina su faceta de entrenador del Juvenil B con la de jugador en un equipo de Parla, en la 1ª División Nacional: “Con las chicas entreno martes y viernes por la tarde, en Parla lunes, miércoles y viernes, y los fines de semana, cuando hay partidos, he de compaginar los horarios”. Lo que sí tiene claro es que, si alguna vez le coinciden los partidos de competición, “elegiría entrenar, porque me gusta transmitir a mis jugadoras la misma pasión que pongo cuando juego. Quiero que lo sientan ellas también”.

Y a fe que se lo contagia en cada entrenamiento y en cada partido. La capitana Alejandra Loizaga así lo corrobora, cuando expresa que “nunca nos rendimos, lo damos todo en el campo y somos una piña. Hay mucho compañerismo  y buena sintonía con el entrenador, que nos conoce muy bien”.

Así pues, es la hora para que Adriana Zarzuela, Alejandra Dorronsoro, Alejandra Loizaga, Candela González, Diana Moreno, Laura Mardones, Mara Cacco, María Bariego, María Sánchez-Capuchino, Ohriana Echarri, Paula Sanguino, Pilar de la Puerta y Teresa Molina, junto a su entrenador Mario Alba Pérez, superen la red y hagan juego, set y partido para ascender, esta temporada sí. 

Foto: Emma Pérez.