Joaquín Sorolla y Mariano Benlliure, dos genios amigos, en el museo del pintor

La exposición puede visitarse en el Museo Sorolla hasta el próximo 2 de octubre

El Museo Sorolla y la Fundación Sorolla presentan la exposición ‘Sorolla y Benlliure: una amistad, dos artistas’, que pretende ser un homenaje, no solo al escultor de cuyo fallecimiento se cumplen ahora 75 años, sino a la amistad que ambos artistas valencianos se profesaron en vida.

Joaquín Sorolla (1863-1923) y Mariano Benlliure (1862-1947) fueron, además de dos de los artistas más brillantes de su época, dos buenos amigos desde adolescentes y durante toda su vida. Dos valencianos instalados en Madrid, que triunfaron tanto en nuestro país como en el extranjero. Ambos consiguieron la medalla de oro de la Exposición Universal de París en 1900, viajaron incesantemente, llevaron sus obras a múltiples países de Europa y América y compartieron también varios proyectos comunes. Una amistad que se extendió a sus esposas y familias –Benlliure incluso inició a Elena, hija pequeña del pintor, en el arte de la escultura, del que fue pionera– y cuyos lazos aún mantienen sus descendientes.

El fruto de esta amistad dio varios intercambios artísticos. Así, Sorolla retrató a Mariano y a su familia en cuadros dedicados “a mi amigo” o “a mi hermano”, mientras que Benlliure regaló una pequeña colección de bronces, un yeso y un jarrón de cerámica decorativa al pintor. Estas piezas se reúnen por primera vez en una sala del Museo Sorolla y pueden contemplarse hasta el próximo 2 de octubre.

Comisariada por Ana Muñoz Martín y Covadonga Pitarch Angulo, la exposición reúne ocho esculturas, entre las que destacan varios retratos de Sorolla, como el perfil en bronce que el escultor realizó para homenajear los éxitos obtenidos por el pintor, por su exposición en Nueva York en 1909, o el busto de piedra caliza que desde 1932 recibe a los visitantes en el jardín del museo y que muestra a Sorolla pintando a la luz del sol.

También son significativos el yeso de un ‘Estudio para el monumento a Velázquez’, que se expone por primera vez y es uno de los yesos que mejor se conservan de Benlliure; los retratos del fotógrafo Antonio García Peris, suegro de Sorolla, o el bronce de María Sorolla, hija del artista, que el escultor regaló a la primogénita con motivo de su boda.

Dispuesta en la sala primera del Museo Sorolla (General Martínez Campos, 37), un estudio que el artista empleó, entre otras funciones, para organizar la exposición póstuma de Aureliano Beruete, íntimo amigo de la familia y pintor de paisajes, la muestra retoma los homenajes que Sorolla comenzó en vida, de nuevo con una de las figuras más relevantes del panorama artístico español y una de las personas fundamentales en la vida del pintor valenciano.

Foto: Museo Sorolla (Twitter).