Màxim Huerta, de Chamberí al Ministerio de Cultura y Deportes

El nuevo ministro de Cultura y Deportes, Màxim Huerta, hablaba hace poco más de un mes con Chamberí 30 días sobre el lanzamiento de su última novela, Firmamento. Nadie podía sospechar entonces que este chamberilero de adopción y devoción se iba a convertir en el fichaje más mediático del gabinete del presidente Pedro Sánchez.

El pasado 7 de junio el ministro Màxim Huerta tomaba posesión de su cargo y aprovechaba para apagar su primer “incendio”, a cuenta de unos tweets de hace ocho años en los que decía “odiar” el deporte. Y lo hacía con sencillez y honestidad: “Sabéis que no lo practico y no solía seguirlo, pero pienso mimarlo y amarlo. El deporte es educación y cultura. El deporte es respeto, superación, humildad, perseverancia... Todo eso pienso ejercitarlo con tesón y esfuerzo”, publicaba en la red social.

https://twitter.com/maximhuerta/status/1004650647180972032

“La mentira, prohibida en política”


“Creo que la mentira sólo está prohibida en la política, en el resto llega a ser muy divertida”, nos decía Màxim Huerta en aquella entrevista, al hilo de la trama de Firmamento, su séptima novela, una historia “costumbrista que comienza en el barrio de Chamberí y que habla de las vidas que nos inventamos y de las mentiras que a veces tenemos que decir para ser felices”.

El nuevo ministro de Cultura y Deportes lleva más de 20 años viviendo en Chamberí, desde que a mediados de los 90 llegase para estudiar un máster. "Me enamoró el barrio”, nos comentaba: “He crecido con él, he visto cómo cambiaba, cómo desaparecían cines y cerrado comercios a los que tenía mucho cariño… Chamberí tiene algo de pueblo, de ciudad de provincias, y mucho de cosmopolita. Es la mezcla perfecta, desde lo más sencillo y el comercio más tradicional, hasta la última modernidad. Mi lugar en el mundo es este barrio”.

 

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