Como ya es costumbre en Casa de México, a lo largo de las próximas semanas se honrará y recordará a los seres queridos que ya han fallecido a través de su mega altar. El Día de Muertos es una celebración que se realiza de forma anual los días 1 y 2 de noviembre, pero en este caso, la Fundación le dedica un mes completo con la intención de dar a conocer esta tradición a los madrileños. La ofrenda que se presenta cada año es diferente, de manera que, en esta ocasión, ha sido diseñado por Fátima Cabañas y trata de simbolizar el aliento vital y la alegría de la festividad.
En esta nueva edición, el altar está decorado con papel picado, obra del taller Artesanías de México y, como elementos innovadores, destacan tres obras del arte popular. En primer lugar, los arcos de la fachada, que constituyen cinco portales formados por 35.000 flores multicolores y representan el paso entre el mundo de los muertos y el de los vivos.
También, un tapete de Huamantla, que ha sido elaborado in situ por artistas oaxaqueños y está hecho de aserrín de colores, formando “un camino que da la bienvenida a los difuntos y los conduce hacia la ofrenda realizada por los artistas Angélica Vértiz y Rubén Pérez”. Y, por último, una hilera de cráneos, conocida con el nombre de 'tzompantli', con los que los mexicas rendían culto al dios del sol y la guerra, y que se podrá contemplar en el muro principal. Está formada por más de 130 calaveras fabricadas en barro negro y realizadas artesanalmente en el pueblo de San Bartolo Coyotepec, ubicado en el estado de Oaxaca.
El altar se podrá visitar de manera gratuita desde el próximo viernes 8 de octubre hasta el 14 de noviembre en su sede de la calle de Alberto Aguilera, 20. Además, durante estos días la Institución ampliará su horario de apertura hasta las 22 horas con la intención de que más vecinos puedan disfrutar de esta tradición y, también, se organizarán visitas guiadas que deben reservarse con antelación. Así, cada 15 minutos comenzará un recorrido al que podrán unirse hasta 19 personas.
El día de muertos es una de las tradiciones más conocidas de México, así como una pieza clave con la que transmiten su riqueza cultural. Declarada Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, varía en cada punto del estado, aunque de manera general consiste en recordar a los difuntos con comida, bebida, música, velas y flores. En este sentido, las familias construyen altares en torno a esta fecha y, tal y como explican, suponen un elemento fundamental para mostrar "el mestizaje de las religiones prehispánicas con la religión católica".
Remedio Milenario, Códice de la Cruz-Badiano
De forma paralela a esta celebración, Casa de México también ha abierto sus puertas a una nueva exposición que se podrá disfrutar hasta el próximo 9 de enero. Se trata de un recorrido de arte contemporáneo que conecta cuatro campos de conocimiento que la Institución engloba de la siguiente manera: expediciones hacia el Nuevo Mundo; tratados de botánica y elementos medicinales; sabiduría ancestral de las propiedades de plantas y flores; y el estudio de las técnicas utilizadas como base para adentrarse en las formas de las especies pintadas en el Códice por la artista Mariana Castillo Deball.
Bajo esta premisa, el elemento principal de la muestra titulada Remedio Milenario, Códice de la Cruz-Badiano son seis acuarelas de gran formato que presentan el proceso que siguieron los nahuas para crear el Códice, considerado el primer tratado que describe las propiedades curativas de las plantas americanas empleadas por los mexicas. En este sentido, el objetivo principal de la exhibición es transmitir la relevancia del Códice Badiano a través de ilustraciones y documentos históricos que ayudan a comprender el contexto histórico del momento.
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