“Los Tebeos de la posguerra”: los cómics de los primeros niños del franquismo

Una exposición en Conde Duque nos traslada a los años 40-60 en España


Instalada en la Sala Sur del Conde Duque (calle de Conde Duque, 11), la exposición “Los tebeos de la posguerra” realiza un recorrido por la Historia de la España después de la Guerra Civil y hasta la década de los 60, a través de más de 150 tebeos ordenados cronológicamente. La muestra, que puede visitarse hasta el próximo 1 de diciembre, repasa editoriales y cabeceras míticas publicadas en esas décadas, como El Capitán Trueno, Roberto Alcázar y Pedrín, El Guerrero del Antifaz, Pulgarcito, TBO, Pumby, Sissi, Tío Vivo o Can Can.

Los patrocinadores de esta exposición han sido el Centro Cultural Conde Duque y la Hemeroteca Nacional, con el objetivo de ofrecer a los madrileños la ocasión de evocar de manera retrospectiva, y con los tebeos de la época como hilo conductor, los primeros 20 años de la sociedad española bajo el franquismo.

El conjunto abarca desde el año 1940 hasta 1960, y está dividida en cuatro apartados. Los títulos de las publicaciones más significativas marcan cada lustro, mostrando la evolución de la sociedad, con contenidos gráficos que atraían tanto a niños como a jóvenes y adultos, quienes suponían el verdadero objetivo de las editoriales y las autoridades educativas del Régimen.

En esos años, los tebeos competían en igualdad de condiciones con el cine y los deportes como fuente de diversión y entretenimiento para niños y jóvenes, por lo que el calado de los mensajes ideológicos en esta generación era inevitable.

Nuevos héroes

Así, nacían personajes que marcaban las pautas de conducta a seguir, aunque los antiguos también se iban adaptando al nuevo régimen establecido. Los españoles debían soñar con las glorias lejanas de los Reyes Católicos, con las batallas del Cid o con las conquistas en Tierra Santa, para no plantearse lo que estaba sucediendo en su país en aquel momento.

A veces se llegaba a situaciones casi disparatadas: “Evidentemente la censura hacía de las suyas, y las amazonas en vez de ir con bikini tenían que llevar faldas largas y pañuelos”, comenta Luis Conde, periodista, coleccionista e historiador de humor gráfico y comisario de la exposición.

A partir de los años 40 las nuevas editoriales tomaron la delantera, sustituyendo a las de preguerra. No obstante, las veteranas intentaron renovarse tras la contienda, con aires nuevos. Obviamente no se podía ocultar del todo lo que se estaba viviendo en el país, además la sociedad se encargaba de reclamarlo, aunque fuera siempre en ese campo, entre el entretenimiento y lo didáctico, de manera disimulada.

“Los visitantes veteranos se reencontrarán con los arquetipos que conocieron en su infancia y juventud, mientras que los más jóvenes quizás se sorprendan al descubrir cuáles eran los modelos a seguir entonces y quiénes eran los héroes paradigmáticos del momento”, resume Luis Conde.



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