José Maya: “Ser flamenco es una forma de ver la vida, forma parte de mis alegrías y de mis penas”

El bailaor madrileño presentó su último trabajo en Chamberí


José Maya comenzó a bailar con nueve años y en la actualidad es uno de los bailaores y coreógrafos flamencos más reconocidos. Prueba de ello son sus presentaciones en los teatros más importantes del mundo: Nueva York, San Francisco, París, Montreal o Japón. Su pasión por la pintura, la poesía o la literatura le viene de familia, pues por parte paterna se dedicaban profesionalmente a estas artes, mientras que por la materna es sobrino de Fernanda Romero, la bailaora que creó el taranto, y del cantaor Rafel Romero, conocido como ‘El Gallina’. En abril de 2022 presentó su espectáculo ‘Liturgia’ y la pasada Navidad lo trajo a la Parroquia del Perpetuo Socorro, en Chamberí.

¿En algún momento se le pasó por la cabeza que llegaría tan lejos?

Nunca imaginé estar donde estoy. Sin embargo, cuando vas continuando el aprendizaje sueñas con ello.

¿Cómo surge la idea de ‘Liturgia’?

Todo comenzó en París, en una conversación con mi amigo Daniel Torres, que es un productor sevillano que vive allí. Yo he vivido nueve años en Montmartre y en una de nuestras conversaciones sobre espiritualidad, Sevilla, la iglesia, el cante, Dios, dio la idea de que quería hacer algo sobre los cantos espirituales. Después empezamos a escuchar repertorio de cantes antiguos, como el shemá de Israel, los cantares de Machado que interpretó Joan Manuel Serrat, cantes mozárabes, cantos gregorianos...

¿Cuál es el cometido de ‘Liturgia’?

‘Liturgia’ es una presentación íntima para poder conectar con Dios y con nosotros mismos. Hemos rescatado, tras un proceso de investigación, los cantes a Dios de las diferentes culturas que han pasado por España durante todos los siglos. Por otro lado, queríamos hacer un espectáculo en lugares únicos, como es una iglesia, y que fuese en acústico, sin iluminación ni sonido, a la luz de las velas.

¿Dónde se ha presentado ‘Liturgia’ antes?

Lo estrenamos en abril de 2022 en la Iglesia de San Jacinto de Triana (Sevilla) y fue una maravilla, porque vinieron muchos artistas flamencos. Después estuvimos en Montmartre (París), en mi barrio, en una iglesia fantástica, también en una iglesia románica del siglo XII en Barcelona, en el Festival L’Herència y ahora hemos tenido la posibilidad de presentarlo en Madrid, en la Iglesia del Perpetuo Socorro. El 24 de febrero lo llevaremos al Festival de Flamenco de Jerez.

¿Cuál es el motivo de presentar este montaje en una parroquia de Chamberí?

Mi amigo Miguel Ángel Rojas, que es un grande de la danza, me preguntó y tratamos de poder presentar el espectáculo en una iglesia de Madrid. Así conseguimos llevar ‘Liturgia’ a esta fabulosa iglesia.

El pasado año cerraste el Ciclo de Suma Flamenca en los Teatros del Canal, que se encuentran en el distrito de Chamberí, ¿le une algo a esta zona de Madrid?

Soy de Cascorro, del Rastro de Madrid, de La Latina. En cambio, tuve el privilegio de cerrar el Festival de Suma Flamenca, en la Sala Roja, con el espectáculo que llamamos ‘Color sin nombre’, que es una experiencia inmersiva, en donde unimos la danza, la pintura y las artes digitales. Es una performance sobre la obra del pintor judío Mark Rothko, que fue uno de los grandes maestros del expresionismo abstracto.

En ‘Liturgia’ le acompañan los cantaores Falo, Sandra Carrasco, Diego Amador Jr y en el chelo José Luis López, ¿cómo es trabajar con estos grandes de la música?

Es una maravilla, porque son todos grandes artistas y tienen una amplia experiencia en el ámbito de la música. Formamos un equipo muy abierto y todos tenemos una idea muy bonita, con mucho respeto hacia la música. Para mí es un aprendizaje constante, porque cada uno sabe cosas únicas y todos aportamos.

¿Por qué la gente tiene que ir a ver ‘Liturgia’?

Invito a la gente a que vaya a ver ‘Liturgia’, porque es una experiencia distinta, algo muy íntimo. Este espectáculo no trata de demostrar nada al público, sino que con él queremos despojarnos de todas las cargas y cantarle a Dios desde una manera muy íntima y muy auténtica, en un espacio único, como es una iglesia.

¿De qué manera está presente el flamenco en su vida?

Para mí ser flamenco es una forma de ver la vida, de comprender las cosas y es uno de mis medios de expresión. Forma parte de mis alegrías y de mis penas.

Se ha presentado en estadios de fútbol con grandes artistas internacionales, como Beyoncé, Marc Anthony o Juan Luís Guerra, pero también llena teatros con sus espectáculos. ¿Qué escenario prefiere?

Cada uno tiene su punto bueno, tenemos que saber manejar bien las energías y tener buena comunicación con el público para poder estar en comunión. Me gusta mucho el teatro, porque tiene magia, al igual que una iglesia, y puedes esconder cosas, se juega más con la insinuación. Un estadio de fútbol es más comercial y tienes que hacerlo todo más abierto, más exagerado.

¿A qué artistas escucha José Maya?

Me gusta el cante flamenco de los años 20 y suelo escuchar a Juanito Mojama, Tomás Pavón y al ‘Carbonerillo’. También me apasiona la música clásica y disfruto de Gustav Mahler, Domenico Scarlatti, el compositor húngaro Béla Bartók y Sebastian Bach.

¿Una película?

Ojos negros, de Nikita Mikhalkov.

¿En qué se inspira José Maya para crear sus coreografías y espectáculos flamencos?

Me inspiro en todo lo que veo que me gusta, por ejemplo, en la danza de los más flamencos, de los aficionados y de los niños, pero sobre todo en la música, porque es la que me da pie a producirlo en mi cuerpo.

¿Qué piensa del género que mezcla el flamenco con lo urbano?

Todo lo que se haga con conocimiento y con respeto es una maravilla. Lo interesante es tener conocimiento para después poder romper las cosas, porque es muy complicado crear nuevas formas, sin conocer sobre lo que se cuenta.

¿Cuáles son sus próximos proyectos?

Vamos a ofrecer Color sin nombre en museos y en fundaciones de Estados Unidos.

  Votar:  
Resultado:0 puntos0 puntos0 puntos0 puntos0 puntos
  0 votos

Deje un comentario

Para dejar su comentario identifíquese o regístrese.