La piqueta entra en los Cines Roxy de Fuencarral

Más de 60 años aguantó el histórico Cine Roxy, en la calle de Fuencarral, 123, hasta que el verano de 2012 colgó un cartel de “cerrado por reformas”. Ya no volvió a abrir. Su hermano aledaño, el Roxy B, tuvo una trayectoria más corta: abrió en 1996 y cerró un año después. La noticia generó una movilización ciudadana que en seguida se apagó, y quejas desde el PSOE: “Fuencarral estaba viva culturalmente. Ahora depende de las tiendas. Cuando los comercios cierran, la calle está muerta”.

Pero no habría más películas en los Roxy. Un cambio de uso –de recreativo a comercial– aprobado por el Ayuntamiento de Madrid en 2015 echó el telón y les abrió las puertas a una nueva posibilidad como gran espacio comercial, y precisamente para esa transformación son las obras que se iniciaban hace unos días en el inmueble.

Cuando finalicen, los antiguos Roxy de Chamberí se convertirán en una galería comercial de cuatro alturas y casi 4.000 metros cuadrados, y dejarán la castiza calle de Fuencarral casi vacía de salas, con sólo los Paz, que están de aniversario –cumplen 75 años–, y los Proyecciones como únicos supervivientes.