La revuelta escolar llegó a Madrid el 12 de marzo para exigir unas calles seguras y pacíficas con menos coches y menos contaminación para sus alumnos. Tal y como comenzaron haciendo el pasado mes de diciembre en la provincia de Barcelona, distintos grupos de familias cortaron el pasado viernes varias calles de la capital, con el fin de visibilizar la importancia de reducir el ruido y la polución en los entornos educativos cercanos.
Esta reivindicación ha surgido en el seno de las familias como reacción a la contaminación ambiental y acústica que se concentra en las zonas cercanas a los colegios, así como el habitual tráfico que se aglomera a su alrededor. En este sentido, demandan más espacio peatonal para poder asegurar a los niños y niñas un camino escolar seguro y sano.
Asimismo, muchas de las personas que se han sumado a la protesta aluden que en la actualidad se encuentran con una problemática añadida. Con motivo de la crisis sanitaria, se recomienda mantener abiertas las ventanas. Sin embargo, el ruido que se produce en muchas calles empeora la atención y concentración de los estudiantes.
En esta primera jornada, fueron nueve los colegios madrileños que se sumaron a esta iniciativa que también se ha celebrado en otros enclaves del país como Gerona, Bilbao o los municipios barceloneses de Badalona, Sabadell y Sant Cugat del Vallés. En Chamberí, los CEIP Rufino Blanco, Fernando el Católico y Asunción Rincón organizaron la semana pasada una serie de concentraciones al finalizar las clases, ocupando las calzadas de las calles General Álvarez de Castro, Vallehermoso y Jesús Maestro, respectivamente.
De esta forma, la iniciativa pretende promover que cada 15 días las familias se apoderen de la vía pública al terminar las clases, a través de actividades en las que se intercambien juegos, carteles, dibujos, bailes y música. La próxima revuelta escolar ya tiene una nueva fecha marcada en el calendario y a pesar de que la convocatoria está prevista cada dos semanas, será el próximo jueves 25 de marzo, ya que el viernes 26 no es lectivo.
Foto: Casa Cultura y Participación Ciudadana Chamberí
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