Día Internacional de la Enfermería

La enfermería como profesión ha progresado a lo largo de la historia y se ha desarrollado a partir de diferentes tradiciones y prácticas en diversas culturas. En la antigüedad, en muchas de las culturas, las mujeres desempeñaban el papel principal de cuidadoras de la salud en sus casas. En la Antigua Grecia, los templos dedicados a la diosa de la salud, Asclepio, tenían sacerdotisas que se encargaban de cuidar a los enfermos.

En la Edad Media, las órdenes religiosas, los monjes y las monjas, se encargaban de cuidar a los enfermos en hospitales y leproserías. Fue en este contexto cuando la figura de la enfermera comenzó a adquirir una identidad más definida y a tener un papel más destacado en la atención de la salud.

La enfermería moderna se considera que se inició en el siglo XIX, en Gran Bretaña, cuando Florence Nightingale, una enfermera y estadista británica, creó un modelo de formación para las enfermeras y destacó por su trabajo en la atención a los heridos durante la Guerra de Crimea. Su enfoque se centraba en la higiene, la organización hospitalaria y la formación de enfermeras, lo que ayudó a establecer la enfermería como una profesión reconocida y respetada. El Día Internacional de la Enfermería se celebra el 12 de mayo, con ocasión del aniversario del nacimiento de Florence Nightingale y como una oportunidad para visibilizar y reivindicar el papel esencial que desempeñan los cuidados de enfermería en la salud de la población.

La enfermería es una disciplina científica reconocida a nivel mundial, que posee una gran importancia social con un impacto económico considerable.

Los factores que han consolidado a las enfermeras como profesionales incluyen: 

• Su formación en las universidades, formación posgrado en diferentes especialidades y doctorados en un amplio campo de cuidados, aplicando los conocimientos adquiridos a la actividad práctica, realizando una contribución relevante en la prevención de enfermedades y en la promoción del bienestar de las personas y de la sociedad.
• La aplicación de sus conocimientos propios, claramente definidos y estructurados, que han sido generados y son permanentemente actualizados mediante la aplicación del método científico.
• Su capacidad de actuar de manera autónoma en el establecimiento de sus propias políticas y en el control de su actividad profesional.
• Su dedicación a lo largo de toda la vida laboral a tal servicio, más allá de sus intereses personales, trabajando decidida y continuamente para alcanzar la completa libertad de acción, en la búsqueda de nuevas oportunidades para el crecimiento profesional y una remuneración económica acorde con su competencia.

“La enfermería es un arte: y si se va a hacer un arte, requiere una dedicación exclusiva tan dura como la de cualquier pintor o escultor” (Florence Nightingale).