Invierno, toses y bronquiolitis

Invierno, frío, toses, más virus y la temida bronquiolitis. Esta infección respiratoria, tan frecuente en el primer año de vida de los peques, es la primera causa de ingreso hospitalario en este tramo de edad, que afecta a menores de dos años. Es habitual entre noviembre y marzo. Se caracteriza por tener congestión, mocos, tos y signos de dificultad respiratoria, como movimientos más rápidos y aparatosos del tórax del pequeño (taquipnea, tiraje y aleteo nasal), cianosis por problemas de entrada de aire, con piel amoratada, al recibir poco oxígeno. Baja saturación de oxígeno, detectada con pulsioxímetro adecuado a su tamaño, y apneas en las que se baja el ritmo de la respiración. El ritmo respiratorio en los niños de esta edad es normalmente más rápido que en los adultos.

Lo más importante es valorar la dificultad de entrada de aire del niño con auscultación por pediatra. El Virus Respiratorio Sincitial (VRS) es uno de los virus responsables de esta infección respiratoria, entre otros.

¿Cómo se trata? Con oxígeno en el hospital, si precisa ingreso, y como medidas generales, lavados nasales antes de las tomas, posición semi incorporada a unos 30º, tomas fraccionadas, ambiente tranquilo y mínimas manipulaciones. La bronquiolitis aguda se resuelve sin secuelas ni problemas en la mayoría de los lactantes sanos, pero precisa seguimiento estrecho.

El diagnóstico de esta enfermedad no requiere rutinarias radiografías, ni análisis de sangre, ni precisa test de mocos. Se diagnostica por los síntomas y los signos ya comentados. No se trata con antibióticos, ni se deben dar jarabes para la tos o descongestionantes. Es preferible que, por las defensas bajas propias de estos tramos de edad, los lactantes no acudan a sitios llenos de gente, ni estén con fumadores ni sean manipulados por muchos familiares y conocidos. Las madres puérperas hasta seis meses de vida de su hijo tienen financiada la vacuna de la gripe. Se recomienda la vacunación de la gripe a los cuidadores de estos niños. Buen lavado de manos y uso de mascarilla, si los adultos responsables de su cuidado tienen gripe o catarro.

Se acudirá al servicio de urgencias si está muy irritable y adormilado, fatiga con las tomas, piel amoratada o muy pálida y si se le marcan las costillas, se mueve mucho el abdomen, se hunde el pecho o se enlentece el ritmo respiratorio. Hay que tener especial cuidado en prematuros o con patologías previas.

Sonia Luna Ramírez
Enfermera de Pediatría
CS Eloy Gonzalo

  Votar:  
Resultado:0 puntos0 puntos0 puntos0 puntos0 puntos
  0 votos

Deje un comentario

Para dejar su comentario identifíquese o regístrese.