Somos cíclicas, como la luna

Una de las preguntas más frecuentes que realizo a las mujeres en la consulta de la matrona es cuándo ha sido su última menstruación y si es regular.

Desde siempre nos han enseñado que el ciclo menstrual de la mujer es de 28 días y que, a mitad de ciclo, a los 14 días, se produce la famosa ovulación. ¿En serio? ¿Quién se puede creer que los 1.800 millones de mujeres del mundo en edad fértil, cada una con sus circunstancias sociodemográficas, económicas y sanitarias, tienen los mismos ciclos? Y ahí está el problema que, si no cumples con “la regla”, te crees que no eres regular, que no funcionas bien, que estás enferma… pues nada más lejos de la realidad. Se considera una duración normal entre 21 y 35 días, y cada mes, dependiendo del estado general, del estrés, de la alimentación, del sueño e incluso de la vacuna de la covid, puede haber una variación día arriba día abajo, sin que eso signifique patología. Algunas mujeres tendrán ciclos más largos y otras más cortos y puede variar también a lo largo de la vida. Por eso, lo importante es conocerse, escuchar tu cuerpo y comprender las señales.

Cada mes, como la luna, las mujeres pasamos por varias etapas, porque nuestras hormonas cambian cada día. Por eso decimos que las mujeres somos cíclicas. Esto influye en nuestro estado de ánimo, en nuestra energía y en nuestra manera de afrontar el día a día; cómo vestir, comer, relacionarte, trabajar, disfrutar...

A veces estamos desconectadas de nuestro cuerpo y luchamos contra él, el estrés, el trabajo, la vida que llevamos... Debemos conocer las cuatro fases del ciclo menstrual y su relación con nuestro estado físico y emocional. Descubrir las peculiaridades del ciclo que estamos viviendo y poder saber si las irregularidades son normales o no, puede ayudarnos a conocernos mejor y a contribuir a mejorar nuestra salud.

Estas fases son:

  • Menstrual. Momento introspección, de descanso, de silencio. Se asemeja al invierno y a la luna nueva.
  • Preovulación. Renovada y dinámica, con gran autoestima y energía. Tenemos más fuerza y resistencia física. Es la primavera, la luna creciente.
  • Ovulación. Esplendor, generosidad y empatía, abrazando la vida y el amor. Es verano y luna llena.
  • Premenstrual. Capacidad de transformación. Fase creativa, si no préstamos atención nos confunde, nos irrita y nos llena de tristeza. Es el otoño, la luna decreciente.

Si conoces tu ciclo, entiendes tus cambios y vives en equilibrio, estarás más conectada contigo y serás más feliz.

Noelia Calvo Sanz
Matrona CS Eloy Gonzalo

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