Un salto de calidad en lo cultural

Entramos de lleno en el mes de noviembre con la infinidad de análisis, cálculos y especulaciones que deja la jornada electoral, la tercera en lo que va de año, y los cuartos comicios generales desde 2016. Unos resultados y sus consecuencias que a buen seguro tendrán su eco en los gobiernos municipal y regional, y de los que dependerán algunos planes fundamentales que deberán desarrollarse en nuestra capital.

Entretanto, el distrito despertó el pasado mes con un nuevo revés judicial, el que ha dado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid al Plan de Reforma del antiguo Taller de Precisión de Artillería, promovido por Residencial Maravillas, y que ha dejado el proyecto y el futuro de cientos de familias a la expectativa. Por segunda vez, la Justicia echa atrás un plan municipal ya avanzado, como ocurrió hace unos meses con el Beti Jai, siguiendo con la tradición de un urbanismo “hecho” –o, al menos, enmendado– por la Justicia, para oprobio de nuestros gobernantes.

En cualquier caso, soslayando los problemas, retrasos y esperas que aguarda el distrito en otros ámbitos, este mes ponemos el foco en el plano cultural para señalar que Chamberí está de enhorabuena. La llegada de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson (FMCMP) a la que a partir de ahora será su sede madrileña en la calle de Alcalá Galiano representa un salto cualitativo en lo artístico para una zona muy próxima al Paseo del Arte. Llamado a convertirse en uno de los espacios culturales privados más atractivos de la capital, la Fundación se ha presentado a los chamberileros y al resto de madrileños con una magnífica exposición sobre la pintura española del siglo XIX, que reúne obras de los mejores artistas nacionales de la época, comenzando por Goya y terminando por uno de nuestros vecinos más ilustres, Joaquín Sorolla, al que dedica una sala entera. El espacio se estrena además con una jornada de puertas abiertas hasta el próximo 5 de enero para que todos aquellos interesados puedan visitarlo gratuitamente.

Además, aún se mantiene abierta la retrospectiva sobre Diego Rivera en Casa de México, y presentamos la exposición “Los tebeos de la posguerra” en el cercano cuartel de Conde Duque, que traza un recorrido por la Historia de la España después de la Guerra Civil y hasta la década de los 60, a través de más de 150 tebeos ordenados cronológicamente.

Por último, y para terminar con lo cultural, publicamos el artículo escrito por los profesores Francisco González y Montserrat Cubría sobre la labor que el ingeniero Leonardo Torres Quevedo desarrolló en nuestro distrito, muy especialmente en el frontón Beti Jai. El “más prodigioso inventor de su tiempo” alumbró el primer mando a distancia de la historia, patentó el dirigible y el primer teleférico, y anticipó la “inteligencia artificial” y la informática, y lo haría desde diversas sedes de este barrio. Otro ilustre vecino, asombrosamente olvidado hasta la fecha de la memoria protegida del histórico frontón.


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