El fin último de este proyecto es “restituir a esta gran arteria urbana el papel de centro cultural, ciudadano y económico, y convertirlo en un eje cívico”, para lo cual se pretende fomentar el uso del transporte público, así como ir a pie o en bicicleta, reduciendo la intensidad y la velocidad del tráfico privado motorizado.
Cinco tramos de actuación
El Eje Norte-Sur que recoge el proyecto del Ayuntamiento, está diferenciado en cinco tramos:
- Paseo del Prado: entre la Glorieta de Atocha y la Plaza de Cibeles.
- Paseo de Recoletos: entre la Plaza de Cibeles y la Plaza de Colón.
- Paseo de la Castellana, entre la Plaza de Colón y los Nuevos Ministerios (zona que pertenece a Chamberí, en la acera de los impares).
- Paseo de la Castellana, entre los Nuevos Ministerios y la Plaza de Lima.
- Paseo de la Castellana, entre la Plaza de Lima y la Plaza de Castilla.
En estos espacios, la idea es darle mayor protagonismo al peatón, “recuperando el carácter local del viario lateral, mediante el aumento de las aceras”, además de “consolidar la presencia de las bicicletas en las vías laterales, aprovechando la exclusión del tráfico por estas vías y del traslado de las plataformas reservadas de autobuses a la vía central”, explican fuentes municipales.
Para hacer efectivo este proyecto, “que podría estar en marcha en la segunda mitad de 2019”, se va a realizar “una simulación de las actuaciones planteadas y una evaluación para precisar, modificar o marcar el ritmo de implantación de las propuestas”.
Por tanto, en algo más de año y medio podremos ver si las bicicletas no son solo para el verano, sino también para la arteria principal de Madrid: La Castellana.
Juan Carlos M. J.
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