En primera línea haciendo frente al coronavirus

Personal sanitario, servicios de limpieza o Cuerpos de Seguridad luchan contra la pandemia


Mientras todos estamos confinados en casa, saliendo únicamente para ir al supermercado, a la farmacia, al estanco o ya, poco a poco, a pasear y hacer algo de deporte, hay personas que se levantan cada día para enfrentarse cara a cara con el coronavirus. Son quienes están en primera línea: personal sanitario, servicios de limpieza, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado… ‘Chamberí 30 días’ ha querido conocer sus testimonios y experiencias en sus respectivos trabajos contra el virus.

Velando por nuestra salud

“Desprotección”. Esta es la palabra con la que numerosos sanitarios definen la situación que han vivido desde que comenzó la emergencia sanitaria. En ese primer momento, distintos trabajadores de los Centros de Salud del distrito explican que su actividad se centró en gran medida en la realización de atención en la puerta de los ambulatorios. Su fin era atender a toda la población minimizando el riesgo de contagio, resolviendo dudas y derivando a los pacientes según sus patologías, controlando la asistencia masiva a las urgencias hospitalarias.

En aquellos días también se potenció la atención y las consultas telefónicas. Montserrat Bustamante, que actualmente ejerce de Médico de Familia en el Centro de Salud de Eloy Gonzalo, detalla cómo han trabajado para solventar todo tipo de problemas accesibles a través de este sistema. Estos iban desde la resolución de cuestiones burocráticas, bajas laborales, recetas o resultados de pruebas realizadas, a otros más complicados como “la valoración de patología respiratoria, probablemente Covid, mediante anamnesis protocolizada, valoración de la gravedad, decisión de derivación al hospital o aislamiento en el domicilio”. En el caso de este último, la doctora aclara que su actuación consiste en “un seguimiento estrecho, vía telefónica, por enfermería o médico de familia, cada 24 o 48 horas, para detectar cambios en el nivel de severidad”.

Trabajar con un virus desconocido es uno de los mayores retos a los que se enfrentan los sanitarios, unido a la incertidumbre y la necesidad de una constante adaptación a los distintos protocolos de trabajo. En el caso de Chamberí, una dificultad añadida que resaltan varios de los profesionales entrevistados es la preocupación ante el gran número de personas mayores que residen en el distrito. La neumóloga Beatriz Morales desempeña su especialidad desde el Hospital Clínico San Carlos, donde narra cómo en muchas ocasiones, al ponerse en contacto con pacientes mayores, pasaban “de ser consultas médicas a llamadas de apoyo, para transmitirles todo el cariño y afecto posible”. Por contra, también es importante destacar un dato esperanzador. En las residencias de mayores de la zona, hasta el momento actual, no se ha incrementado el número de fallecidos antes de la crisis del Covid-19.

Ante la situación de aislamiento de muchos enfermos, Morales confiesa que ha querido “acompañar” y “aliviar” a los pacientes como si fueran de su propia familia, y ha sufrido al ver el miedo en las caras de sus compañeros, temiendo llevar el virus a sus familiares. Estas son cosas que, como dice, “no se olvidan”. No obstante, también señala que “somos solidarios y en los peores momentos damos lo mejor de nosotros”. Los pacientes también han debido adaptarse a esta nueva realidad y los sanitarios subrayan su respuesta, su generosidad, sus ganas de vivir y el agradecimiento que muchos hacen de su labor.

Con la progresiva vuelta a la normalidad, la neumóloga resalta la importancia de extraer un aprendizaje de lo vivido. Por ejemplo, “la viabilidad de las consultas telefónicas y la formación de equipos multidisciplinares junto con Atención Primaria para el seguimiento de todos los pacientes postcovid, sin olvidar que hay otros pacientes que precisan de nuestros cuidados”. En esta línea, a pesar de los grandes avances que se han registrado y la mejora de los datos de los últimos días, los sanitarios siguen coincidiendo en la importancia de extremar la higiene, tanto dentro como fuera del domicilio. Además, con la desescalada recién iniciada en Madrid, explican que mantener la distancia de seguridad, usar mascarilla e incrementar el lavado de manos, incluso antes de ponerse los guantes y después de quitarlos, son acciones que no debemos dejar de tener en cuenta; y advierten que deben de complementarse al volver a casa con la limpieza de la suela de los zapatos, las llaves y el móvil.

Desinfectando el virus

Otro de los trabajos que es fundamental hoy en día es el que se realiza limpiando y desinfectando las calles de nuestra ciudad.

En este sentido, Francisco Martínez Rivero, capataz de limpieza municipal en la zona de Sagasta y Génova, en Chamberí, explica que lo primero que hicieron en su cantón fue “cambiar los horarios de entrada de cada turno, de mañana, tarde y noche, dejando media hora entre uno y otro para que no coincidiéramos en el vestuario. También se prohibieron las barredoras y sopladoras para que no se generase polvo”. Respecto al trabajo específico que llevan a cabo diariamente para combatir al virus, asegura que “mientras un camión va regando con agua y lejía, otros operarios van con los carros, desinfectando todo, aceras, calzada… totalmente protegidos con guantes, mascarillas y gafas especiales”. Además, añade que “hace dos semanas pusimos en marcha un nuevo servicio, limpiando con agua y lejía todos los bancos que hay en la calle”. Y sobre el uso de la lejía en la desinfección y el olor que desprende, este capataz, subraya que “lo mezclamos con un detergente que huele bien, por lo que ya con la gente en la calle no hay ningún problema de que se coincida con el personal de limpieza”.

Finalmente, Francisco Martínez afirma que “no tenemos miedo al contagio. Hemos tenido pocas bajas de compañeros contagiados, pero lo peor es que uno de ellos, Justo Jordán Juárez, falleció recientemente. Por eso, agradecemos mucho los aplausos que nos dan por hacer nuestro trabajo”.

Información y seguridad

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad también llevan a cabo su labor profesional en primera línea, velando para que se cumplan las normas decretadas por el estado de alarma. Es el trabajo diario de la Policía Municipal de Chamberí, cuyo intendente, Javier Martín, comenta que “nuestra misión principal es la de informar a los ciudadanos, porque hay muchas dudas sobre los horarios de salida a la calle, quiénes pueden salir, qué se puede hacer y qué no… Ahora que ha comenzado la desescalada hay que ir poco a poco, puesto que no se trata de salidas normales”. No obstante, reconoce que “a partir de que se ha permitido salir a la calle, hemos interpuesto más multas y ha habido más denuncias, por asuntos relacionados con la circulación, fiestas en pisos, bicicletas que van por las aceras… Ahora es cuando hay que tener más tranquilidad y cautela”.

Asimismo, especifica que las horas en las que más sale la gente en Chamberí son “entre las ocho y las once de la noche. En esa franja horaria se masifican las calles, especialmente en los alrededores del Parque de Santander, Raimundo Fernández Villaverde, el paseo de la Castellana hasta Colón, Santa Engracia y Bravo Murillo”.

En el distrito, la Policía Municipal dispone de 160 efectivos, entre los que únicamente ha habido 5 contagios y 25 bajas por presentar síntomas de coronavirus: “Siempre vamos protegidos con mascarillas, geles y guantes y estas medidas de protección las prolongamos hasta nuestras casas, para evitar posibles contagios a las familias”. De todos modos, concluye el intendente Javier Martín, “no se puede vivir con miedo. Hay que tomarse esta situación en serio, con todas las medidas de precaución, pero sin miedo”.

En definitiva, estos son algunos de los profesionales que están trabajando en primera línea cada día, cuidando de nuestra salud, limpieza y seguridad. Desde estas páginas, gracias a todos ellos y un aplauso sincero.  


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