En el artículo de este mes voy hablar de la importancia de llevar una vida activa, que incluya el ejercicio físico, reduzca el sedentarismo y los beneficios que esto conlleva en nuestra salud. Por actividad física entendemos “cualquier movimiento corporal, en el que hay un gasto de energía “que quema calorías. La actividad física comprende las actividades cotidianas y el deporte. Hablamos de sedentarismo cuando realizamos actividades que requieren poca actividad física y, como consecuencia, poco gasto de energía, por ejemplo, permanecer sentados viendo la televisión, jugar a videojuegos, utilizar el ordenador... Entendemos por inactividad física la ausencia de actividad recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para alcanzar una buena salud.
La actividad física es buena para el cuerpo y la mente. Realizarla con regularidad puede prevenir y ayudar a gestionar las cardiopatías, diabetes tipo 2, hipertensión, osteoporosis, obesidad y algunos tipos de cáncer. Además, puede reducir síntomas como la depresión, la ansiedad y el insomnio. Ayuda a mejorar la concentración y el aprendizaje. Fortalece nuestros músculos y huesos, aumentando la flexibilidad, ganando agilidad y evitando posibles caídas.
La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, junto con la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, ha elaborado un programa que busca, a través de la actividad física, la promoción de la salud coordinando el ámbito sanitario con el ámbito deportivo de la región. Se realiza prescribiendo actividad física y derivando, por parte de los servicios sanitarios, a programas deportivos municipales, facilitando que personas inactivas y/o sedentarias tengan una indicación personalizada sobre qué servicios y recursos deportivos municipales son los más apropiados, así como asegurar una iniciación y adherencia adecuada al ejercicio físico. Es fundamental la adquisición de hábitos saludables en todas las etapas de la vida. Como recomendaciones generales, los niños menores de cinco años deben moverse a través del juego y evitar el mayor tiempo posible estar sentados en carritos o sillas. Los niños mayores de cinco años es conveniente que practiquen algún deporte por lo menos tres veces por semana y, si es posible, que vayan al colegio andando o en bicicleta, fomentando el transporte activo. Deben reducir el tiempo delante de las pantallas con fines lucrativos, como máximo dos horas. Los adultos y mayores de 18 años es recomendable que a lo largo de la semana acumulen de 150 a 300 minutos de actividad moderada (se acelera el ritmo cardiaco y respiratorio, pero se puede hablar) y 75 minutos de actividad vigorosa (la respiración se ve dificultada y falta el aliento, el ritmo cardiaco es más elevado). También se recomienda realizar ejercicios que aumenten la flexibilidad, el equilibrio y la fuerza, lo que se llama ejercicio multicomponente. Hacer algo de actividad física siempre es mejor que no hacer nada. ¡Ánimo y a moverse!
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