Un pantallazo de realidad

Las pantallas nos facilitan la vida, para qué engañarnos. “Oye Siri, despiértame a las 7:45” y Siri lo hace. ¿Qué se te ha olvidado el regalo del Día del Padre? Amazon te pone un libro con marcapáginas incluido, en 24 horas, en la puerta de tu casa. ¿El peque llora? Sus dibujos favoritos en el móvil no fallan. Todo es más fácil, sí, pero ¿a qué precio?

Hablemos de datos: ¿sabías que la OMS junta, en una misma tabla, recomendaciones sobre realización de actividad física y reducción de sedentarismo con el límite de uso de pantallas? Y eso no es todo, sino que el grueso de las mismas, sobre los dispositivos electrónicos, se centra en los niños. No en ti que adoras interconectar aparatos. Si tienen menos de dos años, te comentan que no deberían saber ni qué es un móvil. Cuando crecen un poco, hasta los cuatro años, menos de una hora al día de pantallas sería lo ideal. ¿Y desde los cinco años hasta la mayoría de edad? Un máximo de dos horas al día, pero ojo, solo si es de uso recreativo (así que no, no te libras de las mates online).

Pero no quiero que te quedes en las limitaciones, quiero que te fijes con qué las juntan: con deporte y sedentarismo. Porque a mayor tiempo con la Tablet, más tiempo sentados y menos jugando, aumentando el riesgo de obesidad, de problemas del sueño, de lenguaje, de escritura, lectura e incluso su agresividad (y no lo decimos nosotros, lo apoyan numerosos estudios). Incluso, podríamos añadir que las pantallas afectan al desarrollo cerebral y cognitivo de los más pequeños, los insensibiliza y les pueden causar problemas físicos a largo plazo.

Espera, no dejes de leer, quédate que ahora viene lo mejor. Viven con ello. El mundo tecnológico ha cambiado y ellos han nacido en él. No se trata de quitárselo, sino de enseñarles a convivir con ello de forma sana. ¿Sabías que Windows 10 tiene un limitador de tiempo?, ¿o qué apps como ‘Family time’ o ‘Qustodio’ tienen el mismo fin? Si das un premio, que no sean más horas de consola, ¡Id al parque! O, ¿qué me dices de una tarde de repostería sana en casa o un finde en la montaña? La solución al fin y al cabo la tienes en tus manos (o, mejor dicho, en tu imaginación).

¿Te acuerdas del puzle que trajo Papá Noel? ¡Sácalo!, cuatro manos funcionan mejor que dos, y en equipo todo es más divertido. Si lo piensas, seguro que ese mensaje no te urge tanto mandarlo. Porque predicar con el ejemplo, siempre será la mejor opción.

Sara Ramos Palomares y Enrique Reyes Ruiz
Estudiantes de 4º del Grado de Enfermería

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