
Como artista célebre, Joaquín Sorolla siempre fue objetivo de afamados fotógrafos, algunos dentro de su círculo familiar, como el caso de Antonio García Peris, su suegro y prestigioso fotógrafo valenciano, en cuyo estudio trabajó de joven el pintor. A él se deben numerosas fotos de su entorno más familiar e íntimo, si bien el protagonista fue también fotografiado por grandes retratistas como Christian Franzen y Nissen, favorito de la alta sociedad madrileña y proveedor de la Casa Real. En la lista de quienes se pusieron a este lado de la cámara también se incluyen Campúa, Diego González Ragel, Venancio Gombau o Anna Christian, además de las realizadas por otros familiares y que conforman un inestimable documento sobre su vida.
La colección constituye una herramienta de primer orden para el estudio del pintor y de su obra, así como de otros muchos aspectos, familiar, social y en general de toda su época.
La muestra conmemora la culminación del proceso de catalogación emprendido hace años por la Fundación Museo Sorolla con la intención de poner a disposición del público las fichas completas de todos los fondos fotográficos, para lo que se ha contado con la participación de la Fundación Barrié, que ha financiado la última etapa del proyecto. Los más de 6.000 archivos ya se pueden examinar en la web del Museo: los interesados en visitar la magnífica exposición tienen aún unas semanas para hacerlo en vivo.
Chamberí 30 días
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