Una insólita exposición del fotógrafo Ricardo Cases
El Parque de Santander, entre ‘Grafitis y falleras’
Dori Ayllón, 16 de junio de 2025
La tradición valenciana y el arte urbano se dan la mano en ‘Grafitis y falleras’, una propuesta del fotógrafo Ricardo Cases (Orihuela, 1971), que hasta el 28 de septiembre podrá visitarse en el Parque de Santander. Organizada por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, en colaboración con la Subdirección General de Bellas Artes, esta muestra fotográfica se inscribe en el programa oficial de PHotoESPAÑA 2025, y supone una expansión del espacio expositivo habitual de la Sala Canal de Isabel II hacia el entorno urbano de Chamberí.
La exposición ocupa las estructuras tipo invernadero diseñadas por el arquitecto Lluis Alexandre, que brotan literalmente entre la vegetación del parque. En su interior, Cases despliega una serie de retratos, que enfrentan a falleras con fondos de grafitis urbanos, creando un potente cortocircuito estético y simbólico. “Es una manera de dar a conocer mi trabajo, diferente e interesante por mostrarlo en un parque, con un público casi siempre casual, involuntario”, comenta el autor.
Para quienes no lo conocen, él mismo se presenta con sencillez: “Soy un fotógrafo de Orihuela, que vive en Torrent. Estudié periodismo en la Universidad del País Vasco y trabajé muchos años en la redacción de ‘El Mundo’ en Madrid. Desde entonces vengo desarrollando trabajos que se apoyan en el paisaje levantino y que acaban en forma de libro”.
Precisamente, ‘Grafitis y falleras’ también se recoge en un volumen. Cases comenzó con estas fotografías en 2016 dentro del proyecto colectivo ‘El Diari Indultat’, que reunió a varios fotógrafos alrededor de las Fallas de Valencia, y ahora en 2025 irrumpe en el entorno del barrio. “’Grafitis y falleras’ surgió en mi empeño por llevar este acontecimiento cultural tan arraigado y con tanta fuerza estética a otro lugar. El resultado es este cortocircuito temporal, que une dos mundos paralelos en una sola foto”, explica.
La intención del fotógrafo oriolano no es otra que “llegar a una imagen interesante, ya sea por la luz o por la composición, como en el resto de mis trabajos”. Una exploración visual que, como en muchas de sus series anteriores, parte de su entorno vital, aunque en esta ocasión no es el paisaje levantino el protagonista, sino quienes lo habitan y rompen con la postal costumbrista.
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