Me llamo Raimundo el Vagabundo, pero podéis llamarme Rai. Tristemente, fui abandonado y, además, estaba herido, pero mi actual dueña me encontró de casualidad mientras paseaba a mi futura compañera perruna. Me rescató, me curó y, finalmente, me dio un hogar.
Soy parlanchín, mimoso y juguetón. Juego con mi compañera perruna (a la que, por supuesto, siempre gano) y siempre encuentro nuevos escondrijos donde dormir, ya que estoy muy a gusto y contento por esta segunda oportunidad que he tenido.


