La vida en Chamberí de ‘Colombine’, la primera periodista española

Carmen de Burgos, alias Colombine, residió en este barrio castizo desde su llegada a Madrid y hasta su muerte, el 9 de octubre de 1932. Tuvo varias residencias en Chamberí, una en la calle de Luchana, 20; otra en la calle de San Bernardo, 76 y otra en la de Nicasio Gallego, 1, en la que desde hace tiempo se ubica una placa conmemorativa.



De Burgos nació en Rodalquilar (Almería), en el año 1867. Se casó a los 16 años con el periodista Arturo Álvarez Bustos, del que se separaría muy pronto, tras la muerte de su segundo hijo, para trasladarse a Madrid. Opositó para maestra y ejerció hasta jubilarse, por imposibilidad física,  en 1928. Pero su verdadera fama llegó en 1903, al convertirse en la primera mujer en formar parte de una redacción, en el Diario Universal, fundado por Augusto Suárez Figueroa, quien la apodaría Colombine. La ‘divorciadora’ Colombin’ será también la primera mujer que tendrá asignada una columna semanal en la prensa española, titulada Lecturas para la mujer. Pero no sólo será pionera por ello, sino que además, tras un polémico estudio sobre el divorcio en España y el fracaso de una columna en El Heraldo para pedir el voto femenino, se marchará a la Guerra de Melilla (1909), y se convertirá también en la primera corresponsal bélica.



Carmen de Burgos, alias Colombine. De Burgos se codeó con la intelectualidad del momento, como Pardo Bazán, Unamuno, Azorín, Blasco Ibáñez, Giner de los Ríos o Gregorio Marañón. Fue una escritora fructífera y una periodista incansable. Colaboró en medios como El Globo, ABC, La Correspondencia de España, El País o Nuevo Mundo, entre otros, y entre sus obras destacan: El divorcio en España (1904), La mujer moderna y sus derechos (1927) o Quiero vivir mi vida (1931). Tuvo una relación sentimental con Ramón Gómez de la Serna, al que conoció en la tertulia literaria que hacía en su vivienda de San Bernardo. Estuvieron juntos  más de 20 años, aunque no llegaron a casarse. Carmen era 20 años mayor que Ramón, quien finalmente acabaría prendado de la hija de la propia Carmen.



Con el advenimiento de la II República, Carmen abraza sus viejos ideales: la igualdad de derechos entre hombre y mujer, el voto femenino, el divorcio... y se afilia al Partido Republicano Radical Socialista. A pesar de sus problemas de salud –Carmen padecía del corazón–, siguió escribiendo y en plena actividad política. Es en este momento cuando publica su novela corta Puñal de claveles (1931), obra que serviría de inspiración a Lorca para Bodas de Sangre. Carmen de Burgos fue una mujer adelantada a su tiempo en todos los aspectos, por lo que durante el franquismo se la consideró un auténtico polvorín y fue incluida entre los autores prohibidos. Desgraciadamente, ni siquiera se ha recuperado su memoria a día de hoy, a diferencia de muchos autores de la lista negra a los que sí se les ha hecho justicia. Colombine 2 Placa conmemorativa



Placa en la viviena de Nicasio Gallego donde vivió Colombine. Antología de sus textos La investigadora Concepción Núñez Rey, que ha dedicado su vida a seguir las huellas de la almeriense, acaba de publicar Carmen de Burgos, Colombine, periodista universal, un libro –editado por la Junta de Andalucía– dividido en dos volúmenes que abarcan más de 1.400 páginas en el que se hace un análisis riguroso de los mejores escritos de la escritora y periodista, a través de más de 350 artículos.



En 2017 se cumplieron 150 años del nacimiento de esta almeriense de nacimiento pero chamberilera de adopción y sobre todo una pionera en el oficio de escribir en prensa: “Yo espero resucitar por la fuerza del libro que no pude escribir, o por hacer alguna información periodística que se les escape a los futuros reporteros”, dejó dicho Colombine, hoy felizmente resucitada en la obra de Núñez Rey. Laura Conde



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