Memoria viva en el centenario del CEIP Cervantes

En este pequeño colegio de la calle de Raimundo Fernández Villaverde, el pasado 23 de abril se celebró, además del Día del Libro y de Sant Jordi, un centenario. El CEIP Cervantes fue un colegio pionero, gracias a la implantación de las nuevas corrientes pedagógicas de la Institución Libre de Enseñanza y de las Escuelas Europeas. Su primer director, Ángel Llorca, fue el precursor de un método que detallaba minuciosamente cada materia, para que los profesores pudieran desarrollarlas a conciencia. Asimismo, las clases se complementaban con talleres de oficios –mecanografía, repujado, talla en madera, dibujo, encuadernación...–. Se dedicaba un especial cuidado a la higiene personal y al bienestar físico. El centro contaba con piscina y comedor gratuito entre sus instalaciones. Además, Llorca fomentó la cultura popular, con veladas cinematográficas para las familias.

Guardianes de 12 años

Asistimos al acto oficial del centenario del CEIP Cervantes, junto a personalidades como la directora de Área Territorial de Madrid, Coral Báez, o un antiguo alumno, Manuel Rincón Arche (hijo de Trinidad Arche, reconocida maestra del centro). La directora del colegio, Mª Pilar Alier Gándaras, iniciaba con estas palabras la celebración: “Hemos trabajado muy duro para conseguir estar a la altura de las circunstancias, pero he de decir que lo hemos conseguido. Hemos rescatado documentos y mobiliario que forman parte de nuestra historia, y que ahora, gracias al esfuerzo colectivo, podemos disfrutar y mostrar con orgullo. Un pueblo educado puede escoger un camino más justo. Y en conmemoración al escritor de El Quijote, a quien le debemos nuestro nombre, citaré unas palabras de su obra maestra: El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”.

En la actualidad el centro imparte Educación Infantil y Primaria.

Durante la ceremonia se entregaron los diplomas a los ganadores del concurso de relatos, se cantaron canciones de homenaje, se compuso un mural y se recitaron versos para alabar la labor educativa del centro. Y para clausurar el acto de la mañana, los estudiantes mayores sirvieron de guía por las instalaciones y la historia del colegio: “Los terrenos fueron cedidos por el Marqués de Aguilar de Campóo. El estilo arquitectónico es neomudéjar y fue diseñado por Antonio Flórez Urdapilleta. El edificio está incluido en la lista de Patrimonio Histórico-Artístico de la capital, y fue uno de los colegios públicos de mayor prestigio en el Madrid del momento. Junto a Ángel Llorca hubo otros maestros pedagogos muy importantes, como Manuel Alonso Zapata, Justa Freire, Elisa López Velasco o Trinidad Arche. Se formó a ilustres personajes como Santiago Carrillo o al presidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo. Se conservan numerosos documentos de la época –menús del día, tareas, dibujos, anotaciones de los profesores, el material de estudio...–, mobiliario elaborado en los talleres, útiles de laboratorio, un gramófono, dos pianos que aguardan su restauración, libros repujados, la máquina de cine, reproducciones de estatuas helenísticas... 

Las galerías son muy luminosas y diáfanas. El patio de recreo es interior, con unas balconadas de madera. Hay una escalera de caracol y una azotea y es posible dar la vuelta completa al edificio por dentro, porque todas las aulas se comunican entre sí.

Tras el recorrido, y después de las clases y la comida, Manuel Rincón Arche recordó la importante labor de su madre, la maestra Trinidad Arche, que ejerció en el ‘Cervantes’ desde el año 1934 hasta el 1978. El propio Manuel fue alumno del centro en el 53, y comenta que el colegio se utilizó como Universidad Popular durante la guerra.

El CEIP Cervantes es en la actualidad un colegio público con educación Infantil y Primaria, pero también un ejemplo de memoria viva en nuestro país.

Laura Conde