La asociación vecinal acaba de cumplir su 50º aniversario en Chamberí
El Organillo: gente normal que lleva medio siglo “haciendo barrio”
Chamberí 30 días, 6 de octubre de 2025
El 21 de septiembre se cumplieron 50 años desde aquel otro de 1975, cuando los vecinos Javier, Jaime, Félix, Luisa, Manuel, José, Francisco, Paloma, Gonzalo, Mario, Fernando y Soledad se reunieron para fundar la Asociación de Vecinos de Chamberí, a la que bautizaron con el nombre del instrumento castizo por antonomasia.
Entre los objetivos fijados aquel día figuraban la defensa de los intereses de los vecinos, la promoción y el desarrollo de actividades culturales y educativas o la defensa del patrimonio del barrio, entre otros, que “siguen siendo hoy el motor” del quehacer de El Organillo.
Muchas han sido las batallas libradas –y ganadas– durante este medio siglo por la entidad chamberilera. Desde la oposición a los aparcamientos en General Álvarez de Castro a la recuperación del antiguo Hospital de Maudes, pasando por la conversión de la esquina de Campsa en el Parque de Muñoz Revenga o la peatonalización de Fuencarral.
Del Hospital de Maudes al Campo de Golf del Canal
Tampoco cabe olvidar la lucha “iniciada por el empuje de los abogados de la asociación, encabezados por José Antonio Jiménez”, contra el campo de golf del Parque del Canal. Un combate “al que se unió decisivamente ParqueSí y centenares de vecinos, y que concluyó con una histórica victoria en los tribunales”, recuerdan desde la asociación.
Más recientemente, El Organillo ha salido a la calle para combatir el ruido y la proliferación descontrolada de las terrazas de los locales de ocio. “Antes, la amenaza era la especulación, la falta de equipamientos educativos y culturales, la carencia de zonas verdes o la presión del tráfico. Hoy hablamos de turistificación, del abuso del espacio público por parte del ocio hostelero, del precio inasumible de la vivienda, de la contaminación, la falta de dotaciones o de la pérdida de calidad de vida”, añaden.
Desde la asociación se rebelan contra la inercia de estos tiempos, que pretende relegar estas entidades a “una postal” antigua. “La asociación es una herramienta viva, que necesita de cada vecino para seguir construyendo barrio”, aseguran, “porque el mejor homenaje no es mirar atrás, sino seguir defendiendo el derecho a un Chamberí mejor, en un Madrid más humano”.
Así pues, tras cinco décadas de trayectoria, puede que algunos de los problemas hayan cambiado –“o no tanto”, matizan–, pero “el espíritu” de defensa del distrito permanece en la labor diaria de sus miembros. Por ello, El Organillo quiere aprovechar esta celebración para invitar a todos los vecinos “a participar, proponer, debatir” y, en definitiva, “a sumar fuerzas para transformar nuestro barrio”. Vamos, “organilleros”, a por el siglo.
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