Una década con un proyecto ‘en la cochera’

El Pleno de Cibeles acaba de aprobar la segunda modificación del Plan General de Ordenación Urbana para el área de las Cocheras de Cuatro Caminos, nueve años después de que el Gobierno municipal –dirigido entonces por la alcaldesa Ana Botella– aprobase la primera modificación, que fue finalmente anulada hace siete meses por el Tribunal Supremo.

La aprobación ‘exprés’ de esta nueva modificación supone una “bola extra” para el proyecto y da un hálito de esperanza a las 443 familias cooperativistas, que llevan casi 10 años aguardando que este se haga realidad, con todos los inconvenientes e incertidumbres que ello ha supuesto. Sin embargo, aún deberán aguardar algo más para cantar la victoria definitiva, que no llegará hasta su ratificación por el Gobierno regional, y eso sin descartar que el plan tenga que pasar todavía por algún frente judicial más.

Del debate llevado a cabo tanto en la pasada Comisión de Desarrollo Urbano como en el Pleno municipal puede extraerse lo enconado de las posturas entre el Gobierno y la oposición al completo, salvo Vox. Entre los más críticos destacó el portavoz del Grupo Mixto, José Manuel Calvo, que como delegado de Urbanismo durante la etapa de Carmena dio varios pasos –titubeantes, eso sí, y con su entonces formación Ahora Madrid dividida sobre la cuestión– para ejecutar el plan que, cuatro años después, considera irrealizable. Calvo apuntó al mismo error de planeamiento que el Tribunal Supremo ya señaló en el proyecto que propició el derribo del Taller de Precisión de Artillería, si bien desde el Área aseguran que los defectos que tumbaron la modificación eran únicamente formales, y ya se han subsanado, y que el ordenamiento nunca fue cuestionado por los jueces.

Todo lo contrario opinan desde entidades como Madrid, Ciudadanía y Patrimonio, que califican el derribo de las cocheras como “ilegal” y esgrimen sentencias en contra del plan parcial aprobado en 2019 –ya anulado–, y mantienen su postura en defensa del “patrimonio industrial” evaporado. Una vertiente, la de la lucha patrimonial, que pese a todo parece tener cada vez menos recorrido y que apenas se esgrimió ya en el Pleno, donde fue además contrarrestada por el delegado del Área, Mariano Fuentes, con la enumeración de los únicos tres elementos que tanto la comisión de patrimonio como los juzgados han considerado hasta ahora que debían protegerse.

Pese a todo ello, a estas alturas nadie puede dudar de que el planeamiento ahora denominado “Parque Metro Cuatro Caminos” ha tenido una tramitación errática desde hace una década, cuyos principales perjudicados han sido los cooperativistas.

Entre otras eventualidades, el plan se ha olvidado de incorporar las fichas normativas, informes ambientales o de sostenibilidad económica, que se han ido intentando atajar con parches que posteriormente la justicia ha terminado tumbando; ha sufrido continuas alegaciones y recursos, algunos de los cuales han servido para poco más que para alargar los plazos, y ha visto cómo las posturas de varios grupos políticos han ido cambiando durante este tiempo.

Como decía un concejal socialista, se trata de un proyecto en el que, acabe ya como acabe, todos habrán salido perdiendo. Sólo falta por saber cuánto y si ha resultado asumible: para las familias lo será sin duda si consiguen ver hecho realidad su proyecto, aunque sea con una década de retraso.

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1 comentarios

  1. Jesus | 07/03/2023 13:34h. Avisar al moderador
    No sólo han perdido las familias de la cooperativa. También los vecinos, que tenemos al lado unas cocheras de aspecto deplorable y oxidadas cuando podíamos tener un parque, zona residencial con tiendas y calles que permitan atravesar la zona. Y todo por hacerle la puñeta al gobierno de Ana Botella; porque la protección del patrimonio nadie se lo cree, ya que han querido buscarle valor a una penosa pared de ladrillo.   

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