El parque ubicado en la calle Joaquín María López con Andrés Mellado y Gaztambide se había degradado mucho en los últimos años, por lo que los trabajos han incorporado reformas en la jardinería, el alumbrado y el pavimento. Respecto a la vegetación se han sumado 3.000 nuevos arbustos a los árboles existentes, mientras que la iluminación se ha modernizado incorporando tecnología led. Estas mejoras se han realizado gracias a los Presupuestos Participativos del año 2016 cuando la propuesta resultó como una de las demandas ganadoras. Para su ejecución ha contado con una inversión de 389.124 euros procedentes de la Inversiones Financieramente Sostenibles.

Uno de los elementos más llamativos de la reforma es el nuevo aspecto que ofrece la plaza, más despejada, e integrada perfectamente con las calles colindantes. Con la nueva distribución ha aumentado la visibilidad y ha quedado dividida en dos áreas diferenciadas. Una de ellas está constituida por un parque infantil donde el suelo es de arena y está formado por unos columpios y dos estructuras con toboganes. Esta zona está rodeada por jardineras y vallas de colores que la separan de la acera y del resto de la plaza proporcionando más seguridad a los niños.
La segunda área que conforma los Jardines de San José de Calasanz crea una plaza amplia donde el suelo está compuesto por baldosas y también está bordeada por jardineras. Esta parte limita con los portales y los bares que dan a la plaza creando un conjunto más armonioso que el que había con la anterior distribución.

Ambas zonas cuentan con bancos de madera, multitud de papeleras y el suelo se sitúa a la misma altura que el resto de la calle, lo que facilita su accesibilidad. Además de estos cambios, la remodelación ha incorporado una de las nuevas fuentes de agua que el Ayuntamiento de Madrid comenzó a instalar en 2017, una iniciativa que también surgió de una propuesta vecinal.
Isabel Garrido
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